El teatrista, como a él le gustaba definirse, Juan Carlos Gené, se fue en la mañana del 31 de enero y nos dejó definitivamente. Preferimos decir, como lo hacen los actores, que se fue de gira.
Actor, director, escritor dramático, maestro de actores, decir su nombre es hablar de nuestro teatro.
Decía que la docencia había sido la actividad de su padre y de sus hermanos, que quizás, su inquietud por la política, había llegado a su vida por su abuelo que había sido Ministro de Hipólito Irigoyen y que la sensibilidad artística, había sido un legado de su madre y de un empleado doméstico de su familia, un gallego llamado Alonso Pedreira, quien lo había dirigido por primera vez para representar en el garage de la casa de su abuelo, lo que se había constituido en su debut como actor, a los diez años. Pedreira era un apasionado por la dramaturgia, le leía cuando estaba enfermo y Gené sentía que le debía lo más importante de su formación infantil. Ya como adulto, reconocía como a su maestro a Roberto Durán.
Como autor, guionista, actor y director, fue un inmenso generador de proyectos: decía que su fantasía se desarrollaba siempre sobre un escenario. Así creó la Agrupación Podestá con Carlos Carella, escribió para Cosa Juzgada que dirigía David Stivel, fundó el Grupo Actoral 80, fue presidente del CELCIT, Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral.
Creyó en el Peronismo y militó política y sindicalmente. En mayo de 1973, con la asunción del gobierno de Héctor Cámpora, fue nombrado Director de Canal 7.
Cuando se produjo el golpe de Estado de 1976, él mismo contaba: “Tuve el honor de que un alto oficial de las Fuerzas Armadas me dijera que no podía trabajar más”. Integrante de las listas negras junto a Carlos Carella, Luis Pollitti, Emilio Alfaro, Bárbara Mujica y tantos otros, partió al exilio, pasando por Colombia y llegando a Venezuela en donde vivió hasta 1993. Luego, ya en nuestro país y en democracia, fue Director del Teatro San Martín.
A pesar de sus palabras “En el exilio se nace de nuevo porque uno no es nadie”, su tarea fue tan prolífera que recibió la Orden de Andrés Bello, condecoración otorgada por el país hermano que dio cobijo a tantos compañeros que, como él, debieron salir del país. En Venezuela, había construido su Sala “Actoral 80” en el segundo subsuelo de cocheras del edificio en que vivía.
Desde muy joven fue un luchador en su gremio lo que lo llevó a ser Secretario General en representación de los reclamos laborales de sus compañeros “Patear y seguir, como se pueda y donde se pueda” sostenía en los momentos más críticos. Juan Carlos Gené no se daba por vencido.
En el orden personal, lo recuerdo en las reuniones del Comité Central Confederal, él por Actores y yo por la Unión Ferroviaria, en los años de proscripción. Llegaba junto a Emilio Alfaro y se incorporaba a la discusión con los Compañeros con temperamento para la lucha, apoyando los reclamos gremiales.
En su época de Canal 7, fue el locutor a cargo de la transmisión del regreso del General, el 20 de junio de 1973.
Dedicado por entero al teatro hasta sus últimos días, no dejó su pasión política de lado y, en la última elección de su gremio dio su apoyo a la Lista Celeste.
La gente de teatro lo recordará como a un gran artista, los actores del mañana recurrirán a sus escritos y sus conferencias porque siempre será un maestro, su gremio lo tendrá presente como a un luchador que en momentos de dictadura, se jugó por los reclamos de los trabajadores y los compañeros peronistas, lo recordaremos cuando, alguna vez, escuchemos el “Chamamé del Tío”, que escribió junto a Alejandro Mayol.
Pedimos un último aplauso para el compañero Juan Carlos Gené.
LORENZO PEPE
Diputado de la Nación (m.c.)
Secretario General