Tragedia del Submarino Ara San Juan

A veinte días de la desaparición del submarino Ara San Juan debo acompañar en la angustia, incertidumbre y el dolor a los familiares de los 44 tripulantes, entre ellos una mujer, ya que todo pareciera indicar que han quedado dentro del sumergible naufragado cuando era impulsado hacia el Puerto de Mar del Plata.
Me llena de congoja y de enorme angustia, no debe haber dolor más grande que sufre un ser humano, la perdida intempestiva, inesperada y además inexplicable como ha sido el caso de estos 44 compatriotas, servidores de la Armada Nacional.
Estoy profundamente conmovido y deseo una vez mas abrazar simbólicamente y fuertemente sobre mi pecho a todos y cada uno de los familiares de los 44 héroes que la República incorporará a la memoria colectiva de los argentinos. Hombres y mujeres que estaban al servicio de custodiar las 200 millas del mar continental que le pertenece soberanamente a nuestra amada Nación.
Si después de tanto esfuerzo y colaboración internacional se encuentra el casco del submarino a lo mejor –parece esto hasta imposible- se podría saber con mayor exactitud cual fue el accidente, la dificulta mecánica, técnica o funcional que hizo primero que se perdiera el contacto con su base de comando y segundo que no hubiera un solo aviso, salvo cuando anunciaron dificultades de la gravedad en que ha finalizado esta verdadera tragedia nacional.
Guardo en el fondo de mi corazón la esperanza de un milagro, cuasi imposible de que ocurra, que sería rescatarlos con vida –difícil por cierto después de 20 días de desaparecido. Es por eso que quiero acompañar a los familiares, padres, esposas, hermanos, hijos y amigos de esos 44 tripulantes que marcarán para la historia y la memoria colectiva de nuestro pueblo un hecho trágico que será recordado por los tiempos de los tiempos con dolor, respeto y profundo cariño sobre cada una de sus figuras y que el Ser Supremo acompañe a todos los que están directa o indirectamente involucrados.
Como señal de duelo este Instituto Nacional colocará, por tres días, la bandera a media asta.
Amen!!!

LORENZO A. PEPE
Diputado de la Naciòn
Secretario General
Ad-Honorem

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