Nota elevada por el Secretario General Lorenzo Pepe al señor Director del Diario \»La Nación\»

Al señor
Director del Diario “La Nación”
D. Bartolomé Mitre

He leído atentamente la nota “El peronismo está perdiendo, de manera lenta pero inexorable, su componente emotivo y mítico” realizada a Iván Petrella.Reconozco que mi interés surgió por mi conocimiento de su padre, miembro de nuestra Cancillería desde mediados de los años sesenta.
Coincidí con el joven doctor Petrella en su idea de que las nociones de derecha e izquierda no tienen vigencia en el mundo de hoy, cosa que ya habíamos descubierto los peronistas hace la friolera de sesenta años al enunciar el postulado de la “tercera posición”.  En lo que no coincidí fue en su alineación entre la gente que está preocupada por “vivir mejor, poder ahorrar y llevarnos bien”; me pareció una ambición pobre para un hombre joven e instruido, con doctorados en universidades del exterior y estudios realizados sobre las religiones.  Mis preocupaciones a sus años y hasta hoy, eran un poco más abarcativas: que hubiera justicia para todos y no para unos pocos, que todos pudiéramos tener acceso a la salud y a la educación, que la Argentina fuera un país soberano y económicamente libre… Claro estas preocupaciones mías no se solucionaban con hacer plazas ni buscando celebrities…Recién ahora me doy cuenta de que fue por eso que el Peronismo nunca fue elegido por la Universidad de Pensilvania como el mejor thinktank.
Lo que sí me gustaría puntualizar es que tiene una pequeña confusión en creer que recién ahora surge una generación democrática. Habrá querido decir “una generación que tuvo la suerte de nacer en democracia” porque nosotros, los de mi generación y los de los setenta, también éramos democráticos, queríamos elecciones libres y sin proscripciones, pero no se nos daba. ¡A tantos les costó la vida esta Democracia que hoy disfrutamos!
De cualquier manera, no es necesario, como el joven expresa, estar en contacto directo con el fundador del Peronismo (a modo de ejemplo, Jesús fue crucificado hace ya dos mil años y sin embargo hay gente que todavía lo sigue).
Con respecto a que el Peronismo  está perdiendo su componente emotivo y mítico, quizás sea cierto. Lo que es seguro es que va ganando jóvenes de las nuevas generaciones, como a lo largo de toda su historia, jóvenes preocupados por los demás, por los que menos tienen, por poder contribuir a la construcción de un país justo, libre y soberano, y por participar con alegría de esa construcción. Lo que es seguro, es que seguirá triunfando en las elecciones. La emoción es un estado afectivo… La alegría del triunfo es una emoción.  Por mi parte, nunca creí que el Peronismo fuera un mito.
Sin embargo, el joven doctor Petrella declara que  lo que dice no significa que se acabe con el peronismo como partido o la derrota segura de sus candidatos. En eso estamos de acuerdo y celebro que se haya dado cuenta.
Las distinciones entre mítico o no mítico, entre emotivo o racional, derecha e izquierda, pasado o presente son categorías o calificaciones en las que se ha querido encuadrar al Peronismo, el mayor movimiento de masas que ha tenido y tiene la Argentina, un movimiento de origen humanista y cristiano, con una sensibilidad que ningún otro movimiento tuvo para instrumentar la Doctrina Social de la Iglesia, el mensaje evangélico.
En fin, que los peronistas seguiremos sacando el país adelante, emocionándonos con nuestra historia y luchando porque la inclusión sea una realidad más palpable día a día y los jóvenes del PRO, aún los que ostentan maestrías y doctorados, seguirán haciendo plazas y bicisendas para “los vecinos”, dos actividades muy loables.

 

LORENZO A. PEPE
Diputado de la Nación (m.c)
Secretario General 
Ad-Honorem

 

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