La obra de Nora Patrich ha contribuido a explicitar las tensiones entre el arte y la política, la propuesta estética y el compromiso ético, las técnicas de vanguardia y las búsquedas militantes. En sus trabajos pueden delimitarse claramente aquellas tres características que hacen a la presencia como objeto preciado y digno de valoración: talle, figura y disposición del cuerpo.