Discurso del General Juan D. Perón al cuadro de jefes y oficiales, alumnos, técnicos y obreros de la Fábrica Militar de Aviones

El bautismo de este nuevo avión, que se incorpora a las Fuerzas Armadas de la Patria, después de su magnífica prueba de vuelo, me proporciona la satisfacción de esta visita y la distinción de traeros a la palabra de reconocimiento y estímulo del Excelentísimo Señor Presidente de la Nación en este día de fiesta para las alas argentinas.
Es un hecho notorio que la avición constituye, en los momentos actuales, uno de los elementos de preferente atención en la preocupación universal. En los gabinetes de los hombres del Estado, en los comandos supremos, en los laboratorios y en las usinas gigantescas, se libra actualmente una batalla tremenda por la supremacía aérea. De decisiva importancia en la actualidad y de incalculable importacia en el futuro, la aviación está ya vinculada para siempre vinculada al desarrollo industrial, económico y estratégico en los pueblos.
Nuestro país no ha podido permanecer indiferente a los problemas e inciativas relacionados con la aeronáutica. Más aún su gran extensión territorial, con miles de kilomentros de frontera, la necesidad de modernizar y activar sus comunicaciones, la misma seguridad de sus poblaciones diseminadas en el vasto campo, imponen a la Argentina una dedicación preferente a esta suerte de inquietudes. Debemos, por tanto, complementar con sus rutas aéreas nuestros caminos y nuestros ferrocarriles. Esta exigencia será cumplida.
Y con tan fundamental programa ocupáis vosotros, en la sólida armonía de la colaboración, es puesto de mayor responsabilidad y mérito. El porvenir de las alas argentinas depende de la anergía. diligencia y capacidad con que vosotros atendáis todos los problemas de nuestra aviación. De los cumplido hasta ahora, puedo sentirme orgulloso, como soldado y como Ministro.
La incorporación de esta magnífica máquina, cuyo vuelo seguro y arrogante acabamos todos de admirar, demuestra que hemos entrado en el período fecundo de realizaciones. Para llegar a esto ha sido necesario desechar mucho lastre de incomprensión y de rutina. Ha sido neceario impulsar hacia sus propios destinos, con ritmo acelerado y paso firme, a nuestro inmenso valor potencial aeronaútica. Afortunadamente, ha pasado ya la época de las vacilaciones y los tanteos. La revolución de junio ha impuesto un concepto orgánico y vital en la materia, considerando que la aeronaútica es un elemento que no puede desperdigarse en secretos sin relaci+on entre sí. Veinte días después de asumir el Gobierno, los hombres de la revolución triunfante reintegraban a la jurisdicción militar la aviación civil y la Dirección de Material Aeronáutico.
El 1 de agosto se incorpora a la Fábrica Militar de Aviones, la creación del Instituto Aeronáutico, organismo vital e indispensable, cierra ese ciclo preparatorio que culmina poco después con la estructura orgánica actual, que capacita a la aviación militar para desenvolverse con la libertad y eficiencia que exige la seguridad de la Patria y el porvenir venturoso de la nacionalidad.
Hemos hecho algo, sin duda. Y seguiremos haciendo, con la voluntad obstinada de crear y afianzar nuestras posibilidades y recursos. Nuestra labor debe abundar más en hechos que en palabras y promesas. De ahí que en cada ocasión en que podamos echar una mirada retrospectiva, podamos, como ahora, sentirnos satisfechos. Hemos colocado hoy la piedra fundamental de dos obras que estarán en funcionamiento para fin de año: la Escuela de Tropas Aerotransportadas y la Escuela de Especialidades. A éstas seguirán en breve la Escuela Superior de Aeronáutica, para la formación de ingenieros, y la Escuela de Maestranza, donde se formarán los obreros aeronaúticos de todas las especialidades, y en la cual encontrarán enséñanza gratuita, de acuerdo a su particular vocación y aptitudes, los hijos de los obreros argentinos que sirven a la aeronáutica nacional. Está proyectado, y se terminará también el año próximol un barrio obrero, una capilla y casas para el personal superior del Instituto Aeronáutico.
Hoy firmo la aprobación de un convenio entre el Instituto Aerotécnico y el Sanatorio San José de esta ciudad, para hacer posible la atención médica integra y gatuita de todo el personal de esta casa y sus familiares. Tal asistencia comprende: asistencia a domicilio a cualquier hora, internación quirúrgica, atención de partos, etc., además de la asitencia médica a cargo de consagrados especialistas de Córdoba.
Con esta medida y el estudio de escalafón del personal de aeronáutica, que ha encargado al Comandante en Jefe de Aeronáutica, así como también la asimilación de dicho personal para el núcleo estable conforme a las necesidades orgánicas, podrá todo el personal, ingenieros, expertos, obreros, apredices, empleados y maestranza entregarse tranquilos a su tarea sin temos a un porvenir incierto.
He vivido hoy, señores, momentos de inmensa satisfacción al ver realizada en el plazo de meses una labor científica industrial que en institutos similares a éste, con larga experiencia y si personal completo, hubiera tardado años. Vaya par a su Director y todos vosotros, mi aplauso y felictación sinceros. Que la labor cumplida sea el mejor estímulo a vuestros desvelos y sacreficios, necesarios en todo momento e imprescendibles ahora para recuperar el tiempo perdido. Que el acierto que tuvo el ex Director de este Instituto y actual Comandante en Jefe de Aeronáutica, al plantar frente a la pista en significativa trinidad de los árboles típicosde nuestra tierra -el algarrobo, el quebracho y el ombú- como un símbolo exacto de lo que debe ser la aeronaútica nacional se complete con un mástil a cuyo tope sea izada la bandera de la Patria cada vez que un avión como éste, forjado por las manos y las mentes criollas, salga de este Instituto como fruto del intelecto, del brazo y del corazón argentino, para hacer mas fuerte y poderosa la custodia de nuestra tierra.

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