Celebramos el Día Internacional de la Mujer, en recuerdo de un incendio en el que murieron 129 obreras textiles, en Nueva York, en 1857.
A lo largo de nuestra historia, las mujeres tuvieron papeles relevantes, desde las patriotas de los ejércitos independentistas, pasando por las mujeres anarquistas que encabezaban huelgas, las censistas que dieron forma al padrón femenino para poder ejercer el derecho a elegir y ser elegidas, las que cayeron presas después del golpe de estado del 55, las de la resistencia peronista, las de la segunda resistencia después del nuevo golpe del 76, las Madres de la Plaza y las Abuelas, armadas con sus pañuelos blancos en la cabeza con el nombre de sus hijos desaparecidos bordado en punto cruz, las Madres del dolor, las que tratan de rescatar a sus hijas de la trata de personas, las que sufren violencia de género.
Queremos homenajear a las mujeres argentinas, a las que trabajaron incansablemente para darles un futuro mejor a sus hijos, a las que estiraron sus magros salarios para poner dignamente la comida en la mesa, esas mujeres que no conocen el descanso, esas que acompañan a sus hombres, esas que siempre siguen adelante, robándole horas al sueño para darle a otros que necesitan, que tienen menos, que sufren, las que reclaman, las que pelean.
Evita decía: “Defiendo lo que la mujer tiene el deber de defender: su sangre, su pan, su techo, sus ensueños”. Con Evita como bandera y sus logros como emblema de lo que se pudo conseguir hace setenta años, hoy las mujeres pelean por sus derechos: por la igualdad de los salarios, contra la violencia y el abuso, por el derecho de ser dueñas de sus cuerpos, las mujeres ganan la calle. Los derechos nunca se regalaron, siempre hubo que lucharlos con sangre, sudor, lágrimas y sobre todo con organización.
Queremos homenajear a todas estas mujeres que siguen manteniendo sus sueños: mujeres obreras, mujeres doctoras, mujeres maestras, mujeres del campo, mujeres que trabajan en sus casas, mujeres militantes, mujeres compañeras.
Para todas ellas y en recuerdo de que el general Perón puso en manos de Evita, su gran compañera, el proyecto de Ley de los Derechos Civiles de la Mujer para que lo llevara adelante ya hace medio siglo y permitió que las mujeres pudieran votar y ser votadas, a todas las mujeres, les deseamos un feliz día.
Me permito, con el permiso de los varones de la casa, que sientan que este veterano hombre les quiere enviar un paternal abrazo, muy fuerte, sobre mi pecho.
LORENZO A. PEPE
Diputado de la Nación
Secretario General
Ad-Honorem