El 7 de octubre, el general Ávalos visita al Coronel Perón en su domicilio para decirle que en Campo de Mayo “cayó mal el nombramiento de Oscar Nicollini en la Dirección General de Correos y Telecomunicaciones”.
El 8 de octubre, Perón cita al Ministerio de Guerra a todos los Jefes y les dice que le han impuesto el cargo de Ministro de Guerra, que después el cargo de Vicepresidente con una misión de enorme responsabilidad. Les dice que si no le dejan elegir los medios para cumplir con su misión, prefiere irse a su casa.
El 9 de octubre a la mañana Perón recibe información de que en reunión de jefes se había decidido que Ávalos le pidiera la renuncia
Perón se presenta en la Casa de Gobierno a ver al Presidente y le dice que su renuncia está a disposición y Farrell le contesta que si era preciso él también se iba.
A las 17.30 llegan el general Von Der Becke y el general Pistarini al Ministerio. Pistarini le dice que le solicitaban su renuncia. Perón la escribe y se la entrega
Dice Perón “En base a mis antecedentes de soldado y de caballero que no faltó jamás a su palabra, esperaba que se me tuvieran las elementales consideraciones: había pedido mi retiro del Ejército”.
El 11 de octubre decide tomarse unos días de descanso con Evita en una isla del Tigre, allí se apersona esa misma noche el coronel Aristóbulo Mittelbach para decirle que el Presidente le solicitaba acompañarlo, que iría a la cañonera Independencia, que le daba su palabra de honor de que sería trasladado a un alojamiento mejor. Se embarcó y fue llevado detenido a la isla Martín García.
Hoy podemos decir que así comienzan los hechos que dieron comienzo al 17 de octubre, Día de la Lealtad.