Charla a Jóvenes Peronistas

 

El Diputado Nacional (m.c.), Lorenzo Pepe, llevó a cabo el 21 de julio del corriente, a las 19 horas, una charla para Jóvenes Peronistas del Partido de Tres de Febrero. Invitación que le llegó de parte del nieto del Intendente del Partido de Tres de Febrero, quien lleva el mismo nombre que su abuelo, Hugo Curto.
Pepe, antes de comenzar su relato de cómo ingresó en el peronismo, tituló el discursó con la frase “Gloria y Tragedia del Peronismo”. Luego les mostró a los jóvenes un video de época sobre el 17 de octubre de 1945. Esta fecha, tan conmovedora para los peronistas, se la conoce como el Día de la Lealtad y además fue el momento en el cual se creó un movimiento partidario que marcó un hito en la política de nuestro país.
El ex Legislador le comentó a los jóvenes, que asistieron al lugar, sobre cómo se unió al Peronismo diciendo: “Yo tenia 14 años y mi padre me dijo, `veni, dame la mano´. Me la soltó cuando llegamos a Retiro. Eran las 10:30 de la mañana en el momento que llegamos a Plaza de Mayo ese 17 de Octubre”.
Además, recordó “eran las diez de la noche y yo le dije al viejo no aguantó más, me quiero ir. Él me hizo un discurso, diciendo `acá nadie se mueve hasta que no aparezca el Coronel en el balcón´”.
Luego, para explicar la llamada tragedia del peronismo expuso otro video de época sobre el bombardeo a Plaza de Mayo en junio de 1955.
Al término del documental, el Secretario General del Instituto Juan D. Perón le entregó a Hugo Curto, nieto, tres colecciones de libros y una botella de sidra, de la cual  comentó la historia. “Esto se entregaba los 24 y los 31 de diciembre en las agencias del Correo Nacional. Era una bolsa con una botella de sidra, un pan dulce y un turrón. Como no había champagne en ese entonces, Perón le hacia llegar esto a los trabajadores. A la hora de brindar mi padre levantaba el vaso, porque la copa la usaban los ricos, y miraba sin decir nada. Ahora entiendo con el pasó de los años el porqué de eso. Él para su interior decía `vieron yo también puedo´, queriendo explicar que Perón hasta los había igualado con los grandes brindis de fin de año”.

Para finalizar el acto, pasadas las 20:30 horas, Pepe leyó la última estrofa del Réquiem que José Maria Castiñeira de Dios escribió algunos días después que falleciera Perón. “¡Duerma mi General, en las manos del cielo y en este amor unánime del Pueblo que lo llora!. Descanse para siempre después de tanta lucha, de exilios, de amargura y pruebas dolorosas. Ha llegado la hora de estar solo y de alzarse como un mástil de fuego sobre el haz de la historia. Ha llegado el momento de ser multiplicado, la causa y el sentido de una lucha gloriosa. Porque fuimos sus fieles seremos sus custodios, unidos por al fuerza vital de su memoria. Porque somos su Pueblo seremos su milicia, hasta que rompa el alba de la nueva victoria”.

 

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