A 57 años del fusilamiento de los patriotas de la Revolución de Valle

Al Pueblo de la Nación:

Las horas dolorosas que vive la República y el clamor angustioso de su pueblo, sometido a la más cruda y despiadada tiranía, nos han decidido a tomar las armas para restablecer en nuestra Patria el imperio de la libertad y la justicia al amparo de la Constitución y las leyes.
Como responsables de este Movimiento de Recuperación Nacional, integrado por las Fuerzas Armadas y por la inmensa mayoría del Pueblo – del que provienen y al que sirven-, declaramos solemnemente que no nos guía otro propósito que el de restablecer la soberanía popular, esencia de nuestras instituciones democráticas, y arrancar a la Nación del caos y la anarquía a que ha sido llevada por una minoría despótica encaramada y sostenida por el terror y la violencia en el poder.” (…)

Con estas palabras, en nombre del Movimiento de Recuperación Nacional , el General de División Juan José Valle y el General de División Raúl Tanco,  lanzaron la Proclama  de la revolución del 9 de junio que tuvo como trágico saldo el fusilamiento de 31 argentinos, civiles y militares que intentaban restaurar la voluntad democrática que había sido avasallada por un golpe de estado, en septiembre de 1955.

EN LANÚS
Sábado 9 de junio. A las 21.00, de un camión estacionado frente a la Escuela Industrial de Avellaneda (Palaá y Alsina), descargan un transmisor. Ahí se instala el Comando Revolucionario desde donde va a lanzar la proclama el general Juan José Valle.
Un grupo de 20 agentes de la Policía los captura antes de que hagan funcionar el transmisor y los lleva a la seccional 1º de Avellaneda y desde allí a la Regional Lanús de la Policía de la Provincia.
A las 2 de la mañana del domingo 10, llega un llamado dando orden de que los fusilen.
El capitán de Navío Aviador Ambrosio dice que aún no los han interrogado y que piensa que son solo seis los implicados. Los van llamando de a uno. Al capitán José Miguel Costales lo llevan al patio y ve una silla contra la pared del fondo y policías con ametralladoras. Se da vuelta y les grita abriéndose la camisa ¡Disparen, cobardes!
Los seis fusilados son: Tte coronel José Albino Irigoyen, Capitán José Miguel Costales, Dante Hipólito Lugo, Clemente Braulio Ros, Norberto Ros y Osvaldo Aveledro.

EN JOSÉ LEÓN SUÁREZ
En un departamento en Hipólito Irigoyen 4519, en Florida, se juntan a esperar la proclama (decían que era para escuchar por radio la pelea de Lausse). A las 11, cuando uno está por salir, entra un grupo al mando del Jefe de Policía de la provincia, Coronel Desiderio Fernández Suárez. Buscan a Tanco. Se llevan a todos detenidos, incluidos dos que llegaron después(Troxler y Benavides). En la detención, Fernández Suárez reconoce a Gavino y le corta dos dedos con una tapa de gas de la camioneta.. Los llevan a la Unidad Regional San Martín.
Fernández Suárez se va a La Plata y desde allí da la orden de que los fusilen a Rodríguez Moreno, el Jefe de la Brigada, que no sabía cómo se hacía un fusilamiento.
Los suben a una camioneta y los llevan a José León Suárez, en Avda. Márquez y 9 de Julio. Los bajan, los hacen caminar  y los fusilan. Algunos escapan corriendo o se quedan quietos haciéndose los muertos (Gavino, Livraga, Di Chiano, Garibotti, Giunta, Troxler, Benavides, Díaz). Sobre 12 detenidos, matan cinco: Carlos Lizazo (21iaños), Nicolás Carranza (obrero ferroviario), Francisco Garibotti (vecino de Carranza, ferroviario) Vicente Rodríguez (obrero portuario) y Mario Brion (empleado de Siam).

EN LA PLATA
Regimiento 7, 51 entre 19 y 20. Intentan tomarlo con el teniente coronel Oscar Lorenzo Cogorno al mando. No lo logran. Fernández Suárez llega con 120 policías y amenaza con bombardeo aéreo. Ametrallan el cuartel. Cogorno y dos más se escapan en un auto, los detienen y los llevan en helicóptero al Regimiento 7. Los condenan y a Cogorno el teniente coronel Gilera le ofrece una copa de cognac que él le tira a la cara diciendo Qué podría pensar mi pueblo si un Coronel de la Nación, para enfrentar un pelotón de fusilamiento necesita una copa de cognac”
Los fusilados son: Teniente Coronel Oscar Lorenzo Cogorno, Subteniente de Reserva Alberto Abadie y Ramón Videla 
Carlos Irigoyen  y Rolando Zanetta mueren en el tiroteo

 

EN CAMPO DE MAYO
El 9 de junio se reúnen en casa del coronel Rubén Berazay, encargado de dirigir la toma de Campo de Mayo. Son 40 hombres que harán tres operaciones básicas: el coronel Cortines tomará la Agrupación de Infantería de la Escuela Sargento Cabral; el coronel Ibazeta, la Agrupación Servicios de la 1º División Blindada y Berazay, la Agrupación Escuela. Hay otros grupos de suboficiales que tomarán la Usina para cortar la luz, el regimiento de tanques y otras dependencias. Cortines toma Puerta 2, Ibazetta Puerta 5 y esperan órdenes de Berazay desde Puerta 3.  Berazay, al tener noticias de que los esperan adentro, dice que va a hablar por teléfono y para un auto en la ruta que lo lleva a la Embajada de México.
El general Lorio, al frente de 5000 hombres, los intima a rendirse dándoles garantías.
Un Consejo de Guerra especial juzga a Cortines, Ibazeta y Noriega, resolviendo Este tribunal ha resuelto no aplicar la pena de muerte” porque los prisioneros habían depuesto las armas antes de anunciarse la Ley Marcial. Cano, Caro,Videla y Pignataro no fueron juzgados.
Ossorio Arana notifica que por orden del Ejecutivo deben fusilarlos. Lorio pide una orden escrita, vuelve a reunir al Tribunal que vuelve a decir que no corresponde la pena de muerte. Lorio llama a Ossorio Arana para pedir clemencia en nombre de los Oficiales de Campo de Mayo y de los integrantes del Consejo de Guerra. Contesta que el único que puede suspender la orden es el Presidente pero que ya se ha retirado a dormir.
La mujer de Ibazeta va a la casa de Olivos para pedir clemencia a las 2.30 de la mañana y es recibida por Manrique que le dice No se lo puede molestar: el Presidente duerme.
A las 3 de la mañana del 11 de junio, sentados, con manos y pies atados los van a fusilar y Cortines grita: Lo que he hecho lo he hecho por la Patria; ustedes cumplan con la orden que les están dando, es su deber de soldados y yo no les guardo ningún rencor. ¡Viva la Patria! A lo que todos contestaron ¡Viva la Patria!
Los seis asesinados son: Coronel Eduardo Alcibíades Cortines, Capitán Néstor Dardo Cano, Coronel Ricardo Salomón Ibazeta, Capitán Eloy Luis Caro, Teniente Primero Jorge Leopoldo Noriega y Teniente Primero Maestro de Banda Néstor Marcelo Videla

EN LA ESCUELA DE MECÁNICA DEL EJÉRCITO
A las 22 hs del 9 de junio, el suboficial Gareca toma el Puesto 1, Combate de los Pozos 1919 y el sargento Quiroga, el Puesto 5. Después de varios tiroteos, son apresados. Reúnen un Tribunal que considera que no corresponde juicio marcial porque la ley no se aplica con retroactividad. El general Arandía va a casa de Gobierno, le explica esto a Aramburu y le contesta que ya se ha decidido fusilarlos.
En la madrugada del 11 de junio son llevados contra el paredón del fondo de la Escuela de Mecánica del Ejército. Gareca, que estaba fumando, tiró el cigarrillo y se abrió el sobretodo ofreciendo el pecho a las balas. Los fusilados son cuatro: Suboficial Ernestogareca, Suboficial Miguel Angel Paolini, Sargento José Miguel Rodríguez y Sargento Hugo Eladio Quiroga.

EN EL AUTOMÓVIL CLUB ARGENTINO
Sobre Libertador, Miguel Angel Mauriño (consejero escolar, consejal, periodista) va a tomar el ACA y lo están esperando hombres de la División Montada de la Policía Federal. Son solo 4 hombres los del grupo revolucionario. Los hieren y los llevan al Hospital Fernández. A Mauriño le amputan las dos piernas y un brazo a pesar de lo cual es interrogado. Muere el 13 de junio en el Hospital

EN LA PENITENCIARÍA NACIONAL
Un grupo revolucionario va a tomar los Regimientos 1 y el 2 de Palermo. Los esperaban, los detienen y los dejan cara a la pared hasta las cinco de la mañana en que
los llevan a la Penitenciaría Nacional de la avenida Las Heras. (toman prisionero a un sargento músico que había estado de franco y se presentaba a trabajar). En la madrugada del 11 de junio caen fusilados: Suboficial Isaura Costa, Sargento Carpintero Luis Pugnetti y el sargento músico Luciano Rojas.

JUAN JOSÉ VALLE
Valle está en un refugio en Avellaneda cuando se entera de los fusilamientos. Va a Villa del Parque a casa de Cortínez, está en un velorio sin muerto y se va a la casa de un amigo, Andrés Gabrielli, en Corrientes 2200, le dice que avise a Casa de Gobierno que pueden ir a buscarlo. A las 4 de la mañana del 12 de junio lo va a detener el Capitán Manrique con una comisión militar y lo lleva al Regimiento 1 de Palermo. A las 2 de la tarde, el general Valle entra a la Penitenciaría. Pasadas las 8 de la noche, llaman a la casa de Valle para avisar que a las 22.00 lo van a fusilar. A su madre, no le avisan; la esposa cae en un estado emocional grave y la hija, Susana, de 18 años es quien va a la Penitenciaría. Allí, Valle la recibe diciéndole “ Susanita, si derramás una sola lágrima no sos digna de llamarte Valle”
Lo confiesa el padre Devoto, le da a Susana su anillo y le entrega unas cartas y se va caminando después de que un oficial de Marina dijo Ya es hora.
A las tres de la mañana la Secretaría de Informaciones de la Presidencia anunció que“Fue ejecutado el ex general Juan José Valle, cabecilla del movimiento terrorista sofocado”.
¡Gloria y honor a los mártires de la Revolución!

LORENZO A. PEPE
Diputado de la Nación (m.c)
Secretario General
Ad-Honorem

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