A 203 años de la Revolución de Mayo de 1810

“Un pueblo no se hace en una hora. Un pueblo se hace sobre sus esencias, sobre su historia. Un pueblo avanza por el camino de su historia cuando, en una coyuntura excepcional, una generación consigue poner en ebullición creadora las posibilidades nacionales”.
 JUAN PERÓN

Con la noticia de la caída de la Junta de Andalucía, el 18 de mayo, el virrey Cisneros hizo conocer unas gacetas arregladas, haciéndolas ver como de la Junta Superior de Cádiz, en donde omitía la parte que decía que los pueblos de América debían formar sus propias Juntas.
En ese momento, coincidieron dos grupos revolucionarios que venían reclamando desde las invasiones de 1806: el partido criollo formado por gran parte del pueblo y las milicias y por otro, el grupo de intelectuales integrado por Rodríguez Peña, Vieytes, Paso, Moreno, Larrea, Matheu y otros.
Los criollos querían que las milicias marcharan sobre la Fortaleza para apoderarse del gobierno del Virrey que ya era ilegítimo y los intelectuales trataban de evitar la revuelta, proponían un Cabildo Abierto, un Congreso de vecinos.
La noche del 18 se reunieron grupos de jefes y oficiales de Patricios (Viamonte, Chiclana, Díaz Vélez) que querían expulsar a Cisneros pero, primero, necesitaban la  autorización de Saavedra.
Al mismo tiempo, French, Beruti, Paso y Vieytes, se reunieron en la casa de Rodríguez Peña y llamaron a Castelli y a Belgrano intentando evitar las milicias populares y la revuelta callejera.
El 21 de mayo comenzó la conmoción en las calles, con gritos y corridas: exigían la sustitución del Virrey.
El 22, día del Cabildo Abierto, los jóvenes se agolpaban en la Plaza acaudillados por French y Beruti. Al aprobarse una Junta que incluía al Virrey, los regimientos empezaron a agitarse: no había acuerdo mientras el Virrey siguiera en el gobierno. El pueblo acudió a los batallones  1 y 2 de Patricios que estaban acuartelados esperando en las Temporalidades (Perú y Alsina). Lo mismo sucedía en Arribeños y en Andaluces. A las 8 de la noche del 24, le avisaron a Saavedra acerca de lo que estaba ocurriendo.

La noche del 24 fue una noche de alboroto y griterío: el grueso de la milicia patriota gritaba reclamando sus derechos a participar; fue la noche del levantamiento de las orillas contra el centro, del pueblo contra los arreglos hechos a sus espaldas. Los Jefes de los Regimientos informan que “el pueblo y la tropa están en una terrible fermentación” y que “no pueden sostener al gobierno, ni aún sostenerse ellos mismos…”
Deciden ceder “por los que han tomado la voz del pueblo” y nombran a la Junta propuesta por las mayorías. A las 8 de la noche del viernes 25 de mayo la nueva Junta se hace cargo de sus funciones.

A partir de la Revolución de Mayo, siempre siguió vigente en nuestra Argentina la situación prerrevolucionaria: los que lucharon por ser un país soberano y los otros, los que siguieron tratando de depender de algún imperio.
Nos sentimos orgullosos de esos hombres que hace 203 años nos marcaron el camino de la lucha por la patria, ese camino iniciado por ellos, seguido por los caudillos en la conformación de nuestro ser nacional, los orilleros, los descamisados… siempre en la misma línea histórica, siempre poniendo el cuerpo en las batallas, siempre con la cabeza en alto, siempre dispuestos a defender los ideales de los hombres que nos precedieron, soñando con una patria justa, libre y soberana.

Hoy, más que nunca, de cara a la Revolución que nos dio origen como Nación,  es importante recordar las palabras del General:

Los que quieran oir, que oigan.
Los que quieran seguir, que sigan.
Mi empresa es alta y clara mi divisa.
Mi causa, la causa del Pueblo;
Mi guía, la bandera de la Patria.

Hoy como siempre ¡VIVA LA PATRIA!

¡FELIZ DÍA DE LA PATRIA A TODOS LOS COMPAÑEROS!

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