30 años de la elección popular luego de la dictadura genocida

Se cumplen 30 años del acto más sublime que puede tener una ciudadanía mínimamente organizada: el voto, y con él la vuelta de una nueva -y a nuestro entender definitiva- Democracia, en el seno de la República a la que tanto amamos.
Deseo recordar con verdadero entusiasmo los momentos vividos ese día y las emociones encontradas entre la esperanza del triunfo de nuestra fórmula con la figura del Dr. Ítalo Luder como candidato a Presidente y D. Deolindo Felipe Bittel como candidato a Vicepresidente, por el Partido Justicialista frente a la fórmula conformada por el Dr. Raúl Alfonsín como candidato a presidente y Víctor Martínez como candidato a Vicepresidente por la Unión Cívica Radical.
Debo confesar que fue grande la frustración cuando al final conocimos que la fórmula del radicalismo le había ganado al peronismo por primera vez en muchos años.
No obstante haber mordido “el polvo de la derrota” fuimos a cumplir la función que el Pueblo Argentino nos había asignado: la de oposición al gobierno que se estaba eligiendo. Puedo dar garantías que cada uno cumplió su rol: el radicalismo gobernando en la Nación y en buena parte del territorio argentino y nosotros oponiéndonos en aquellas cosas que realmente creíamos imprudentes de llevar a cabo.
Lo que no hubo nunca fue mala fe ni de unos de ni otros, puesto que pudimos cumplir el ciclo hasta que el propio Presidente Raúl Alfonsín decidiera entregar 6 meses antes el poder al Dr. Carlos Saúl Menem –candidato del Partido Justicialista-, electo democráticamente en las eleccionesde 1989.
Al recordar los 30 años queremos homenajeara quienes cumplieron su deber desde el Poder Ejecutivo, en este caso desde la figura de Raúl Alfonsín -nuestro respetuoso recuerdo- y también a hombres como el Dr. Juan Carlos Pugliese –con quien me unió una larga, afectuosa y permanente amistad. Discutíamos duramente, sin embargo era tan grande el respeto que nos teníamos que nunca hubo un gesto de mala educación o de destrato; por el contrario, tuve el honor de ser invitado por él, que se desempeñaba como Presidente de la Cámara de Diputados, al único viaje oficial que realizó al exterior: a la vieja Unión Soviética. Recuerdo la enorme experiencia que fue para mí ver lo que era la “Dictadura” del Proletariado desde un país tan lejano, como es hoy la Federación Rusa-.
Recuerdo también a mis compañeros de banca; a Diego Ibáñez, quien cumplió acabadamente su función de opositor dentro de los cánones de absoluta consideración; a mis compañeros, que no podría nombrar a todos porque éramos muchos. Algunos de ellos aún están vivos y a lo mejor leen este comunicado del Instituto Nacional y se sienten como yo, emocionados de saber que entre unos y otros construimos un sistema democrático que se ha ido profundizando con el paso del tiempo.
Termino diciendo que no olvidaré jamás el día de la jura del Presidente Raúl Alfonsín con toda la Cámara en Asamblea Legislativa aplaudiendo de pie el ingreso de un hombre de la civilidad a gobernar al país.
Y también,desde el fondo de mi corazón, deseo recordar al hombre que me ayudó a formarme, el Teniente General Juan Domingo Perón.
¡Viva la Democracia! ¡Viva la Patria!¡Viva el Pueblo Argentino!

 

LORENZO A. PEPE
Diputado de la Nación (m.c)
Secretario General
Ad-Honorem

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