1948 – Discurso de Juan Domingo Perón propiciando la reforma constitucional

Los peronistas hacemos propias las palabras que en 1948 el General Juan Domingo Perón dio a publicidad para conocimiento de nuestro pueblo. Nunca más vigente que hoy aquella premonición de Juan Domingo Perón.
 
1948 – Discurso de Juan Domingo Perón propiciando la reforma constitucional
 
“Estos tiempos de intemperancias minoritarias, en que se desea imponer ideas a gritos, insultos y denuestos de todo orden; en que la calumnia, la intriga y la difamación aparece en lugar de las ideas persuasivas y constructivas, no constituyen el ambiente sereno para debatir cosas nobles. Sin embargo, tampoco creo que el avance de la Nación deba detenerse por influencia de tales perturbadores del orden y de las buenas costumbres.
Respetamos la conducta de los demás, pero confesamos que preferiríamos razones y no malas palabras. Las ideas ajenas nos son respetables, pero, tenemos también nuestras ideas, nosotros hemos sido elegidos por el pueblo para gobernarle y representarle…
Creo que ello nos inviste de cierto privilegio y nos impone cierta obligación y responsabilidad que ellos no tienen.
La revolución (EL GOBIERNO) peronista ha iniciado una nueva etapa en lo político, en lo social y en lo económico. Ha expuesto claramente su programa y ha elaborado una doctrina que ha enunciado con igual claridad al pueblo de la República, antes de llegar al Gobierno. Si el pueblo no hubiese estado de acuerdo con ello, no nos habría elegido para gobernarlo y para representarlo, en comicios puros y por una abrumadora mayoría… Quienes piensen lo contrario tendrán ocasión de defender sus preferencias en los comicios…
Si esos Señores son verdaderos demócratas como anuncian tanto y tantas veces, su acción han de hacerla sentir en loa comicios, no en los tugurios de la conspiración, ni en los desórdenes callejeros, ni menos aún en los desmanes verbalistas contra las autoridades que el pueblo eligió para que gobiernen a todos los argentinos, aun a los malos… Declararse contra el pueblo, insultarlo porque no les es propicio, despreciarlo porque no les vota, no creo que sea prudente ni de verdaderos demócratas. Es en la conducta de cada hombre donde se encuentra su perdición, jamás en la conducta de los demás.”
LORENZO A. PEPE
Diputado de la Nación
Secretario General
Ad-Honorem
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